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La ginebra es mucho más que la base de un buen gin tonic: tiene historia, anécdotas sorprendentes y un carácter que varía según los botánicos y procesos de elaboración. Entre todas sus versiones, la London Gin destaca como el estilo más reconocido y regulado. Y dentro de este mundo, nuestra Ginebra M54 aporta un sello artesanal con identidad propia.
Aunque hoy la asociamos a Londres, la ginebra tiene raíces holandesas. En el siglo XVII se elaboraba allí un destilado llamado jenever, muy popular entre soldados ingleses que lo llevaron a casa tras la guerra. Con el tiempo, evolucionó hasta convertirse en la London Dry Gin que conocemos. El término “London Dry” no significa que deba producirse en Londres, sino que hace referencia a un estilo de producción regulado. Para llevar este nombre, la ginebra debe cumplir con requisitos como el uso de alcohol de calidad y botánicos naturales, la destilación con el enebro como protagonista y la prohibición de añadir colorantes o edulcorantes tras la destilación. Así, el concepto London Dry habla más de pureza y autenticidad que de geografía.
Por ley, el enebro (Juniperus communis) debe ser el botánico principal en cualquier ginebra, pero lo que hace única a cada destilado es la combinación de hierbas, especias y frutas que lo acompañan. En el caso de la Ginebra M54, hablamos de un carácter artesanal con alma gallega. Se elabora mediante triple destilación de alcohol de cereal para lograr máxima pureza y un proceso de maceración e infusión que permite capturar tanto aromas como sabores. Su singularidad radica en la fusión de botánicos autóctonos y exóticos: desde milenrama, menta, salvia, romero o llantén recogidos en A Ulloa, hasta cardamomo, jengibre, canela y limón, que aportan frescura y exotismo. El resultado es una ginebra fresca, compleja y con mucha personalidad.
Orígenes
En sus orígenes, la ginebra se usaba como remedio medicinal, pues el enebro se asociaba a propiedades digestivas y depurativas. Con el tiempo pasó de la botica a la taberna, convirtiéndose en una bebida popular en toda Europa. En el siglo XVIII llegó a vivir un episodio polémico en Inglaterra conocido como el “Gin Craze”, cuando el consumo se disparó tanto que el Parlamento tuvo que intervenir para regular su producción y venta. Años más tarde, en la India colonial, los oficiales británicos mezclaban quinina —amarga y utilizada contra la malaria— con azúcar, agua con gas y ginebra. Así nació el gin tonic, una mezcla pensada originalmente como medicina que terminó por convertirse en uno de los combinados más célebres del mundo.
La Ginebra M54, con sus 42º de graduación, aporta cuerpo y elegancia sin perder suavidad. En nariz ofrece notas herbáceas, florales y cítricas con un perfume delicado, mientras que en boca resulta sedosa, equilibrada y envolvente. Es perfecta para degustar sola, con hielo o como base de cócteles clásicos.
En definitiva, la London Dry Gin es un destilado cargado de historia y curiosidades, pero cada versión tiene su sello único. En el caso de la M54, ese sello se construye a partir de la tradición artesanal, la fuerza de los botánicos locales de Galicia y el toque exótico de especias que le confieren un carácter propio. Una ginebra con raíces y con alma que invita a redescubrir esta bebida en cada copa.